“Millones
de personas habitan las zonas rurales de nuestro país, son quienes salvaguardan
la biodiversidad de que la que muchos nos sentimos orgullosos y contribuyen de
forma decisiva en la alimentación de las ciudades. Sin embargo cada día muchas
de estas personas son expulsados violentamente de sus tierras, presionados por
un proyecto global de desarrollo que se basa en el beneficio económico
inmediato de algunos sectores. Somos testigos de la destrucción de sus
ecosistemas, además del tejido social de estos colectivos humanos que día a día
sufren esta violencia, representada en persecuciones políticas, represiones,
asesinatos, amedrentamientos a diario, provocando pánicos sociales. Los megaproyectos
extractivos han desplazado a las comunidades y contaminado sus tierras,
quitándoles la forma en que saben sobrevivir ya que forman parte de la gran
masa de población olvidada por las autoridades y promesas electorales”.
Cuando se inició
el conflicto social en Cajamarca, apostábamos por una solución en dónde se
considerara como eje fundamental la participación popular a través de sus
organismos de representación de base. El Frente de Defensa de Cajamarca es una
organización representativa cuyos dirigentes tienen todo el respaldo popular, y
cuentan con toda la legitimidad del caso. Se esperaba una salida negociada, y
por ello Salomón Lerner había conseguido – tras una ardua reunión- la
elaboración de una plataforma de acuerdos para cuya firma solo se pedía que el
gobierno respete la consulta a bases. Un ejercicio democrático ampliamente
reconocido en cualquier sociedad civilizada. Pero lamentablemente, no nos
gobiernan seres civilizados y el autoritarismo propio de los militares no se
hizo esperar. Humala envió a Valdez a patear el tablero de la peor forma, para
espanto y sorpresa de todos los peruanos que le dieron su respaldo en las
urnas.
Y muy a pesar
del pueblo cajamarquino, no solo se les negó su derecho democrático para
participar en la toma de decisiones; sino también se militarizó Cajamarca. El
amedrentamiento, la prepotencia y el autoritarismo con que ha procedido el
gobierno solo han generado más rechazo popular y el surgimiento de una valerosa
resistencia de quienes ahora están cuidando las lagunas, honrando un compromiso
ancestral en su defensa del agua y de la vida.
Esta
polarización ha delimitado a los movimientos y organizaciones sociales en
tanto, o están con el gobierno apoyando la intransigencia; o están con el
pueblo haciendo respetar la voluntad soberana de decidir sobre los recursos
naturales y sobre nuestro futuro.
PARO NACIONAL
El pueblo no quiere más
peritajes, no quiere más mentiras ni manipulaciones, esta es la sentencia:
¡CONGA NO VA!
Después de la
presentación del peritaje internacional1, con la huida de los
peritos y el mensaje a la nación de Ollanta Humala anunciando su claudicación definitiva
al sector más reaccionario del sistema capitalista neoliberal, el gobierno pone
en evidencia que prefiere defender los intereses de la Cámara de Comercio antes
que los intereses del pueblo que lo eligió.
La organización
popular hace ejercicio de la democracia directa, una reciente asamblea acaba de
aprobar la huelga indefinida en la Región Cajamarca. Las acciones de
solidaridad no se han hecho esperar y las medidas de lucha empezarán a
efectuarse durante el mes de mayo.
Wilfredo
Saavedra, dirigente del Frente de Defensa de Cajamarca, expresó que el proyecto
minero no irá "así lo adornen con un pacto social", e informó que se
organizan para llevar a cabo un paro el 31 de mayo2. A la fecha se
sabe que se han plegado a esta convocatoria la macroregión sur, y el 6 de mayo
también se reunirá la Asamblea Nacional de los Pueblos en la sede de la
Confederación Nacional Agraria, en Lima y la macroregión norte con sede en La
Libertad, para decidir su participación. Recordemos que la macroregión norte
enfrenta una situación similar a Conga en la zona de Quiruvilca, donde está el
proyecto Laguna Sur.
Por otro lado, Juan
José Gorriti vicepresidente de la Confederación General de Trabajadores del
Perú (CGTP) en declaraciones a la prensa exhortó a entablar un diálogo directo
y fructífero entre la población de Cajamarca y el Gobierno, anunciando que se
viene preparando una Jornada Nacional de Lucha que se realizaría a mediados de
julio3.
Dadas las
circunstancias, consideramos que se debe gestar la mayor unidad posible para
derrotar al gobierno. La defensa del agua y de la vida y la solidaridad con el
pueblo de Cajamarca no pueden esperar. Si la actitud política fuera sincera y
honesta, la CGTP debería convocar a un Paro Nacional para el 31 de mayo, y
sumarse de manera efectiva a la convocatoria liderada por el pueblo
cajamarquino.
La unidad en la
lucha es un factor clave, mujeres y hombres desde todos los rincones del Perú
debemos luchar y responder como un solo puño. La derrota definitiva del
gobierno y su plan económico se dará en las calles, el pueblo organizado
conquista con la movilización sus mejores victorias.
Que tú indignación te lleve a la acción:
Te invitamos a
salir de tú PC, indignarse detrás de un teclado no basta. Tenemos que actuar
porqué es nuestro deber moral hacerlo. Por ello te invitamos a que participes
junto con nosotros y caminemos juntos.
¡DESPIERTA!: Escríbenos – Anímate – Participa – Actúa
Coordinaciones: contacto.indignadosperu@gmail.com
Referencias: