Campaña Nacional por Justicia y Reparación |
Conmemorando los 9 años de la presentación del
Informe Final de la Comisión de la Verdad y Reconciliación, nos queda un
sentimiento de profunda indignación ante la burda impunidad del Poder Judicial
que permite la liberación de asesinos del grupo paramilitar Colina; así como la
tan ansiada y justa reparación a los familiares de las víctimas que se mantiene
pendiente desde hace varios gobiernos. Un Estado indiferente que no permite que
nuestros 70 mil muertos descansen en paz.
Nos preocupa que las mismas condiciones que
generaron la violencia hace tres décadas sigan vigentes al día de hoy, recordándonos
que las desigualdades sociales, económicas, la exclusión social, la pobreza
extrema, la postergación de las provincias, el racismo y la discriminación se mantienen
como heridas abiertas y que en cualquier momento puede surgir un rebrote de
violencia extrema, el cual todo mundo dice de forma declarativa que hay que
evitar.
Nos indigna aún más que el actual gobierno
reprima con tanta violencia las protestas sociales, y que apoyado en el poder
mediático se utilice el término “terrorista” para los luchadores sociales y las
personas que defienden sus derechos. El mismo martes 28 de agosto se asesinaron
a 5 campesinos cocaleros en el Valle del Mozón y en Jauja era asesinado un
comunero más. Un gobierno que asesina y
reprime con crueldad, que ya nos ha puesto en claro su desprecio por la vida no
merece un ápice de nuestra confianza.
Arribo a la Plaza Mayor de la Movilización. |
Nos indigna que no existan políticas educativas
claras en donde se incluya el estudio del periodo de violencia política como
parte de la historia del Perú. Las nuevas generaciones de niñas, niños y
adolescentes deben conocer los hechos: un pueblo que no conoce su historia está
condenado a repetirla.
Nos indigna que se hable de crecimiento
económico, y que la remuneración mínima vital sea una vergüenza, más aún cuando
asistimos a las protestas de maestros del SUTEP y los médicos de EsSalud /
MINSA exigiendo salarios dignos. Hay contrastes que son una burla.
A 9 años de la CVR, no confiamos en el gobierno
ni en sus instituciones porque forman parte de un aparato coludido y diseñado
que hace de la corrupción su ejercicio diario. No confiamos en los títeres que
están en los puestos de poder, ellos solo obedecen a interés de las empresas
trasnacionales y son ellas quienes realmente deciden.
Nos reconocemos en ese 99% que sostiene el
mundo y que ahora se indigna y se levanta, que está despertando hacia la
construcción de un mundo diferente. No les tenemos miedo y seguiremos en las
calles porque no queremos migajas, exigimos lo que por justicia nos
corresponde.
Intervención al cierre de actividades - Plaza Mayor de Lima |
Ya hemos entendido que no basta con indignarse,
hay que organizarse y actuar. Desde nuestros barrios, escuelas, trabajos,
universidades. Las asambleas son el verdadero espacio democrático de poder para
el pueblo, la unidad en conseguir objetivos comunes que resuelvan nuestras
necesidades es nuestro norte.