Capítulo VII: El trabajo
“Trabajo, del latín tri palium “tres palos”, instrumento de tortura.”
Para entrar en la ronda del consumo frenético, hay que tener dinero y para tenerlo, hay que trabajar, es decir, venderse. El sistema dominante ha hecho del trabajo su principal valor, y los esclavos deben trabajar cada vez más para pagar a crédito su vida miserable.
Se agotan en el trabajo, pierden con él la mayor parte de su fuerza vital y tienen que soportar las peores humillaciones. Pasan toda su vida haciendo una actividad extenuante y molesta para el beneficio de unos cuantos.
La invención del desempleo moderno tiene como propósito asustarlos y hacerles agradecer sin cesar la generosidad del poder…
La actividad del trabajador se confunde con el de una máquina en las fábricas, o con el de un computador en las oficinas. El tiempo pagado no se recupera jamás. De esta manera, a cada empleado se le asigna un trabajo repetitivo, ya sea intelectual o físico...
Se concibe en Occidente, se produce en Asía, se muere en África.
Documental: “De la servidumbre moderna” de Jean-François Brient